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Inteligente razonamiento de la imaginación (con dragones)

General - 2015-01-17 23:31:06

Hace unas semanas mi madre me comentó que había visto un programa en el que, si mal no recuerdo, los protagonistas eran cinco jóvenes extremadamente inteligentes quienes además eran fanáticos de los comics. Tomando en cuenta que esa es también una de las aficiones que tienen los personajes de The Big Bang Theory, genios en sus propias disciplinas, me preguntó por qué es tan común esa asociación entre nivel de inteligencia y gusto por los superhéroes y otros personajes de historietas. Después de pensarlo un rato, y recordando que por lo menos en la serie cómica también son frecuentes usuarios de juegos - sean de mesa, de rol o de computadora - y de literatura, cine y televisión vinculados con ciencia ficción y fantasía, se me hizo normal que haya una relación estrecha entre la capacidad de imaginación y algunos tipos de inteligencia enfocados hacia el razonamiento matemático y científico. Digo “tipo de” pues es frecuente el lugar común de que estas mismas personas tengan un nivel menor al promedio de inteligencia emocional y social, situación que observo en algunos de mis amigos más queridos. Entonces, la facilidad de pensar en la presencia de seres extraordinarios, pensar en la existencia de mundos en los que la magia es posible o en los que las leyes científicas son diferentes a las que conocemos, pensar en las variaciones en la historia sea hacia el pasado, el presente o el futuro que implica la ficción, etc… en otras palabras, abrir la mente a todo lo que en principio no puede pasar más que en el reino de la imaginación, genera estructuras neuronales cercanas a las se trabajan cuando se hace ciencia, se utilizan lenguajes de programación o simplemente se escribe ficción. Agrego esto de los escritores pues, además de que necesitan un alto nivel de imaginación al crear sus historias - o tal vez gracias a eso mismo -, históricamente han sido considerados como personas cuya opinión es relevante en ámbitos que van más allá de su arte. Otra característica de estas personas es que, por manejar de forma cotidiana estos altos niveles de imaginación, crean una frontera casi imperceptible entre lo real y lo imaginario que evita que caigan en un quijotismo en el que consideren posible lo que racionalmente saben que no lo es. Esto genera cierta confusión entre las personas que escuchan una conversación entre geeks pues pareciera que el nivel imaginativo en el que se lleva a cabo el intercambio está enfocado en el mundo real, dando una idea de locura o, por lo menos, rareza. En una nota distinta, en la tira de hoy de Weregeek, un cómic en línea que frecuento, uno de los personajes se hace la pregunta de por qué los dragones son tan populares entre los geeks por encima de los miles de otras criaturas fantásticas que han existido en la historia de la humanidad, y creo que la respuesta tiene algo que ver con el tema que aquí trato. Por un lado, son un animal mítico que, con ciertas diferencias, está presente en muchas civilizaciones cuyo contacto era en extremo escaso o incluso nulo, lo que en lo personal siempre me ha llamado la atención. Por otro, en varias de estas culturas solía ser considerado como un símbolo de sabiduría e inteligencia, lo que nos lleva al vínculo mencionado párrafos arriba pues si la imaginación estimula estas capacidades, ¿qué más natural que sentirse atraído por un animal mítico que es la personificación de esa relación? No me gustaría dejar fuera dos ideas que bien podrían quedar como notas al pie. Primero, pienso en los casos en los que los gobiernos ignoran la opinión de las personas que utilizan la imaginación y el intelecto como parte íntegra de sus actividades (como los científicos, los innovadores y los escritores), en donde tiende a notarse un alto nivel de ineptitud al momento de tomar decisiones importantes, como se nota actualmente en México, sobre todo porque las personas a cargo ni siquiera leen, lo que disminuye considerablemente su capacidad imaginativa y por lo tanto intelectual. Segundo, está el caso de la gente que no logra separar la ficción de la realidad y cree en lo más profundo de su ser que algunos fenómenos que simplemente no suceden en este universo sean posibles. Es tal vez por eso que las personas mencionadas al inicio de este texto tengan una muy fuerte tendencia hacia el agnosticismo. Por último, sólo me queda recomendar muchas visitas a mundos imaginados y que la inteligencia así adquirida sea aprovechada en otras actividades intelectuales.